sábado, 9 de julio de 2011

Pero el agua no está cerca.


Desde que te conocí fuiste una persona especial, resaltabas entre los demás para mí. No sé por qué habrá sido, pero nunca fuiste uno del montón. Tus ideas, tus expresiones, tu voz, y hasta tu pesadez te hacían distinguir entre todos los seres vivos que compartíamos ese espacio de lunes a viernes entre las 2 y las 7pm el 2006 y las 8am y la 1pm el 2007. No sé cómo pasaste a ser algo tan importante para mí, al punto que no imagine mi vida futura si no es al lado tuyo; y aunque claramente ya es todo super diferente, eso no quita que esa sensación de sentirte parte de mí se quede conmigo, y me acompañe a todas partes, incluso cuando veo gente que, como tú, tiene rasgos físicos que son poco comunes, como el pelo. Cómo no recordarte cuando veo un niño rechonchito, cabezón y pelirrojo corriendo, imaginando que Rodrigo pudo ser así. O cuando hay sol y muchas nubes en el cielo que se mueven y toman formas. Podíamos pasa horas así. Y es raro, pero pese a que sé que ya todo pasó y no hay vuelta atrás, sigo creyendo que estas cosas nunca dejarán de pasarme. Creo que seguiré imaginándome junto a ti en alguna situación, o imaginándome tus reacciones frente a las weás raras que me pasan derrepente, de las que siempre terminabai burlándote de mí por ser tan extrañas. Yo en verdad no creía cuando algunas personas decían que habían personas “que estaban echas del mismo material que los sueños” y que para cada uno de nosotros sólo hay uno así; siempre lo sentí demasiado cursi y cliché, pero puta, hoy siento que eres eso, eres una persona que nunca nadie podrá igualar; siento que estás echo a mi medida justa, ni más ni menos. La persona que era para compartir mi vida entera. Y puede que vengan más, y muy probablemente llegue alguien me termine por hacerme feliz, y me haga vivir una vida plena, pero siempre estarás, aunque sea como recuerdo, al que por cierto amo y amaré siempre. Yo creo que por eso mismo no puedo ni quiero que seamos amigos, porque no quiero premios de consuelo. Si te vas, desapareces completamente; de igual manera si te quedas. Pero no quiero presencias a medias, ni preocupaciones quincenales, ni amor paternalista. Por ti uf, haría y daría mucho más de lo que hice y dí, aún tengo tantas cosas que entregar que a veces me ahogan, y lo peor es queno quiero entregarlas a nadie, porque quiero que seas tu el que reciba lo que tengo, si al final nacen de, para y por ti. Quizássea ridículo, pero tal vez esto nunca pase. Eso no quiere decir que no vaya a “superarlo” porque creo que lo haré, pero siempre viviré con estas weás. Y quizás llegue el día en el que sienta que ya no me ahogen, ni me coman, ni me hagan sentir podrida, y pueda sentirlas y nada más.

No hay comentarios: