lunes, 16 de noviembre de 2009

Una mierda más :)



Hoy vengo a hablar sobre la gente que es fría. O mejor dicho, de las personas que le cuesta expresar lo que sienten, lo que obviamente no quiere decir que no sientan. Yo, por ejemplo, soy una persona muy de piel y por ende me gusta que me abracen y me hagan mucho cariño, pero no todos son así. Tengo un amigo que está pololeando hace ya un par de meses y esta enamorado hasta la médula; yo jamás imaginé verlo así porque, a decir verdad, él es bastante bruto, y le cuesta demostrar lo que siente, aunque a veces es divertido que sea así; además, es parte de su encanto. El hecho es que se mandó una cagá y la mina se enojó, ahora está triste porque no sabe cómo demostrarle todo lo que significa pa' él... y es cuático cómo eso de ser bruto y un poco frío le juega en contra al momento de decir lo que de verdad siente, porque sencillamente no sabe hacerlo, o no le sale bien.

No sé, a veces pienso que ser de piel es un problema porque te apegai mucho a las personas, y eso te puede hacer sufrir en algunos casos, porque te encariñai rápido. Pero por lo menos las personas que quieres saben lo que sientes por ellas, y eso igual es bueno... en cambio si te cuesta expresarlo, puedes amar mucho a alguien sin que necesariamente se dimensione... a veces uno necesita demostraciones, y no hablo de cosas materiales, sino de actitudes. Actitudes que demuestren un interés real, que no sólo sea deducible sino también obvio. Entregar tiempo, detalles o cosas a veces mínimas demuestran más que horas de compañía, conversaciones, regalos o añuñucos (lo que no quiere decir que éstos no sirvan), porque como dice una frase por ahí "en las cosas simples está lo lindo" (algo así como "lo esencial es invisible a los ojos (?)). No quiero decir con ésto que hay que cargosear a la otra persona con detalles o atenciones, porque ser preocupado al extremo también desagrada; lo que propongo es un punto medio, una cosa normal en donde el cariño quede demostrado cada vez que deba ser así; sin decir necesariamente "te amo" cada dos segundos, porque las palabras a veces también se gastan. Un equilibrio en donde haya preocupación pero espacio al mismo tiempo, no creo que sea tan difícil de entender... o quizás lo es para mí que soy la que tiene esa forma de ver y sentir el amor (en general, no sólo de pareja) :B! Un punto medio donde se respeten las libertades individuales, donde existan momentos donde se puedan compartir experiencias y se comparta y se disfrute el tiempo juntos, sin que ello interfiera en las libertades y quehaceres del otro.

Pero me estoy desviando del tema. Volviendo a él, creo que las personas que les cuesta demostrar lo que pueden tener más problemas para relacionarse con una pareja si ella es sensible o es más de piel. Y es que aburre. Aburre que quieras que te den tiempo y no se den cuenta de ello; o aburre también que no se den cuenta de que pides más atención. Al final, esas cosas se perciben también, sin que necesariamente lo digas. Y cuando no las sientes, puede también que no las entiendas. Si no las sientes ni las entiendes, no puedes hacer algo por solucionar lo que te demandan. Y empiezan las peleas, y blablablá. Que no te entiendo. Que no me entendí ni tratai de hacerlo. Que ya no me querí. Que estai puro hueando. Que te aburriste de mí. Una mierda xd. Al final, como que ser de ambas formas trae problemas. Si eri muy de piel, terminai exigiendo mucho; si eri frío, no entregai lo suficiente. Hay falencias de ambas partes, osea, siempre y cuando se junten personas que sean así, una de piel y otra más fría. Pero por lo general, creo, que sucede así de cierta manera, porque siempre hay alguien más regalón en la relación, y otro que le gusta menos la hueá. De una forma u otra, alguien termina descontento por la actitud de otro: que eri muuuuy pegote; que ni me pescai!.
¿Se puede llegar a un concenso? Yo creo que sí. Pero hay que dialogar y tranzar. Y muchas personas no están dispuestas a tranzar, o si lo hacen, a la hora de los quihubo ni se nota, o se nota muy poco... porque son frías, y les cuesta desmostrar hueás aún cuando las sientan de sobremanera. Al final, con esos concensos cambiai pensamientos pero no esencias. Y si te enamoraste de una persona un poco fría, bruta o poco demostrativa, tení que asumir que en un momento determinado te va a molestar eso si eres un poco más de piel. Y ese asumir conlleva a veces bajar el moño y seguir; o simplemente terminar la hueá y buscar a alguien que pueda entregarte lo que realmente buscai.

martes, 21 de julio de 2009

No me sirve, ni me sirvo.


Mate de coca. Metro de Santiago, especialmente en verano. La calle Bandera. El pasto. Regalos de Navidad. Mi cumpleaños. El n° 24. Pizzas. El río Mapocho. El Peda. Los bolsos hippies. La Cumbre del Rock. Los Museos. La Plaza de Armas. La lluvia, el Sol. El viento. Las hojas secas de otoño. Los eclipses. Los cuchuflís y otros dulces. El punk, el rock, la música en general. Todo, absolutamente todo, tiene olor y color a tí. ¿Cómo, entonces, dejar de pensar? Así no me sirve, ni me sirvo.


miércoles, 15 de julio de 2009

Malas costumbres.

Dormir sin hacer la cama. Dejar todo para última hora. Comprarme algo sin tener la necesidad de hacerlo. Desconcentrarme del estudio y urgirme después por tener poco tiempo. Ser impuntual. Recordar mucho. Quedarme dormida con la luz prendida. Tener mi bolso/mochila llena de pura weás. Guardar papeles idiotas, como boletas de negocios ode recarga de mi pase en el metro. Dejar mis lentes en cualquier parte y después no encontrarlos. Creer que puedo hacer todo sola. Ayudar poco a hacer el aseo. Acostumbrarme a las personas. Tener ganas de hacer cosas y no hacerlas. Estudiar sólo cuando la materia me gusta; cuando no, repaso un poco y chamullo... y extrañamente me va bien. Burlarme de las personas, pero no en mala... pero burlarme al fin xD!. Morderme las uñas. Ser estática. Ser miedosa. Ser un poco paranoica. Ser desordenada. Creer que siempre puede pasar algo peor. Ser preocupona. Desconfiar.Escribir feo cuando hago resúmenes. Dejar mi ropa tirada cuando me la saco. Esperar a que se acumule mucha ropa para ordenarla. Creer que hago las cosas bien cuando las estoy haciendo pésimo. Creer y utilizar a veces la Ley del Mínimo Esfuerzo. Estirarme y quedarme dormida. Hacerme sonar el último hueso de la espalda. Ver que son la 1.30am de un día antes de un examen; saber que no he estudiado nada, y continuar escribiendo acá sin empezar a estudiar. Ser irónica.Esperar siempre a que estés ahí. Rayar los costados de los cuadernos con frases idiotas o letras de canciones. Usar calcetines de diferentes colores, sin importar su el par está limpio o sucio. Dejar las verduras que no me gustan alrededor del plato y no comérmelas. Tener los cuadernos desordenados y después no entenderme. Hacerme ver siempre bien. Ocupar vasos, platos o cualquier utensilio y tenerlo por días en mi pieza sucios, hasta que mi mamá me rete. Siempre perder lápices. Criticar y después cometer ese mismo error. Dejar las cosas a medias, pensando que un día las terminaré. Guardar hasta el más insignificante detalle/recuerdo que tenga un significado, por más chanta que sea éste. Tener una idea en la cabeza y que no me deje estudiar hasta que la termine ¬¬. No dar recados, o hacerlo muy raramente. Ocupar el ''puta la weá'' para todo. Estancarme. Poner aquí cualquier tontera pa rellenar. Sentirme contenta porque escribí 50 de mis malas costumbres y creerme bacán.

domingo, 5 de julio de 2009

Suficiente es Suficiente

Una de las cosas que más odio es sentirme dependiente, de algo o de alguien. Me gusta la libertad, y siempre peleo por ella. Sin embargo, últimamente de alguna manera me he sentido dependiente; de una llamada, de una respuesta, de una mirada, de un saludo... de alguna señal que me demuestre que aún existe algún interes... no sé si quiero seguir sintiéndome dependiente, aún cuando creo que el tiempo que vivo puede llevarme a un mejor mañana. Pero no sé si quiero seguir esperando, porque sencillamente no sé si habrá un mañana. ¿Y si al final toda esta espera se traduce en un no más? ese no más que tanto temo.. y que menos espero. Y no sé, siento y pienso tantas cosas que no sé con cual quedarme. Han sido tan extraños, que no se cómo enfrentarlos, porque no quiero darme cuenta de que me estoy haciendo dependiente de lo que menos me gusta serlo... preferiría una muerte rápida que quemarme de a poco; preferiría un "no más" en vez de seguir nadando en este no se que de reacciones que cada día son diversas; motivo por el cual cada día es una especie de "desafío".

A ratos bien, por otros no tanto... odio sentirme como ascensor anímicamente hablando; y no soy así. Odio también tener que poner una sonrisa para evitar interrogatorios; u odio también sentirme no-yo. Odio tener que escribir acá para sentir que tiro toda esta mierda pa'fuera; pero es mi opción, y si no hablo es porque no quiero cargarle a los demás mis tonteras, porque creo que son personales, y creo que por respeto a las decisiones personales me quedo así. No estoy para molestar, no estoy para incomodar. No estoy para condicionar, ni para dar pena, ni para ser reiterativa. Prefiero ser de esas personas que sacan una sonrisa con las leseras que habla; de las que siempre se les ve bien, aunque eso no sea del todo cierto. Y no es ser falsa, al contrario, porque yo trato de dar alegría, yo soy así... y odio dar pena, y hablar sería de cierta manera dar pena. Odiaría también publicar esta weá y que después se lea xD! pero si no lo hago, no me sentiré un poco mejor.

Quizá soy obsesiva. Quizá soy dependiente... muy probablemente odio sentirme sola, y definitivamente odio la incertidumbre. Probablemente muchas de estas cosas comúnmente las niego hasta la muerte, pero algunas veces (como ahora) no puedo evitar que la realidad me pegue dos bofetadas y me diga: "oye! deja de mentirte, asume que no estás bien" Y es ahí cuando me hago los Mea Culpa y busco mis responsabilidades; lástima que ésta vez se me ha vuelto más difícil encontrarlas. Y no sé de qué manera puedo encontrar aquella cosilla en la que fallo, quizá gravemente. Quizá necesito tiempo para darme cuenta...

Pero definitivamente el tiempo no está a mi favor. Se me hace eterno, y con cada segundo que pasa me siento más dependiente. Con cada segundo que pasa extraño más... con cada segundo que pasa me siento menos preparada y más vulnerable. Con cada segundo que pasa me dan más ganas de dejarme llevar por mis impulsos y no quedarme sólo en la idea. Pero los controlo, pese a que yo sñe que el cuerpo obedece naturalemente a los impulsos, y que es difícil controlarlos... pero prefiero intentarlo a causar un posible daño si los sigo. Condicionarme puede ser para mejor si miro más allá de mis narices. Condicionarme y forzarme de alguna manera es tratar de hacerme ver que puedo dejar de ser dependiente de lo que me tiene ahora en un hilo. Condicionarme y de alguna manera forzarme a actuar como si todo estuviera bien me ayuda a dibujar una sonrisa en mi cara, esa que nunca debe desaparecer... porque sin ella, sinceramente no soy yo.

Tal vez ya es suficiente para mí.

miércoles, 24 de junio de 2009

Teoría y Práctica


Es frecuentre que al empezar una relación de pareja, las promesas acerca del comportamiento y de la relación en sí sean bastante positivas. Uno asegura estar feliz con su pareja, sentirse lleno , promete cosas lindas hasta más no poder; y dice cosas cursis y bonitas como lo que planteó alguna vez Leibniz: «amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad». Es ahí, en la parte bonita de la relación en donde se oyen los "quiero lo mejor para tí" "siempre respetaré tus decisiones" etc. Entonces; de acuerdo al planteamiento de Leibniz, uno es feliz en la medida que el otro lo es al lado de uno. Sin ello no hay amor, y sin amor no hay felicidad, por lo menos bajo éste pensamiento.
Cuando uno siente que la relación ya no lo hace feliz, sea por el motivo que sea, lo dice, y entonces ¡paf! las palabras bonitas resultan no ser tan ciertas. Suele pasar que muchas veces todo ello no quedan más que en promesas que sirvieron como adorno que, en un primer momento, pintararon una relación perfecta. Tengo amiga/os y experiencias personales que me dicen que la mayor parte de las veces los "yo te entiendo" "quiero lo que sea mejor para tí" no quedan más que en el aire, pues uno cuando no está de acuerdo con ello, lo discutirá e intentará persuadir a la otra persona de que aquello no está bien, que se puede mejorar, que es cosa de tiempo, que se puede hacer más por la relación, y todo eso... pero uno no es capaz de asumir , por lo menos en un primer momento, que uno dejar de hacer feliz a la persona que ama. Entonces comienzan las discuciones en las cuales cada parte expone sus argumentos con los que pretende hacer entender al otro que la relación no da para más, o en el caso contrario, que puede sacarse a flote. Como consencuencia de todo aquello, viene el resentimiento y las decepciones mutuas; sea por el incumplimiento o la incomprensión.
Aquí me gustaría detenerme un poco. Creo que más allá de que haya un resentimiento por lo que no se cumplió, a mi parecer el tema es si realmente eso de "quiero lo mejor para tí" es posible cumplirlo en un primer momento, pese a que ello vaya en contra de lo que deseamos. Si bien cada relación interpersonal es diferente, creo que es muy poco probable que ello se logre, pues uno por naturaleza vela por sus intereses, aún cuando ello pase a llevar los de la persona amada. Entonces, me surge una pregunta: ¿entonces, el amor no ayuda a contrarrestar ese egoísmo del hombre, pese a que por amor uno "está dispuesto" a hacer cualquier cosa?. Si bien no pongo en duda el amor que cada persona profesa por su pareja, sólo he conocido a una persona que es capaz de dejar de ser sí mismo y dejar de lado sus ganas de seguir "emparejado"a cambio de que la persona que ama sea realmente feliz, con o sin él. Pero ¿qué pasa con los demás? A mi parecer, el egoísmo es más fuerte, y no son capaces de sacrificarse realmente para que la persona a la que aman sea feliz. Y cuando me refiero al egoísmo, lo hago entendiéndolo como el concepto de poner los intereses propios en primer lugar. Entonces, el amor es egoísta. Perfecto, lo comparto. Pero, ¿hasta qué punto somos capaces de velar por nuestra felicidad por sobre de la persona a la que supuestamente amamos? Creo que mientras se vele por ella de una forma respetuosa y comprensiva no hay problemas. Pero cuando uno egoístamente dice "te amo y no quiero dejarte" realmente no ama, pues no está dejando a la otra persona ser feliz, pues claramente cuando una relación termina, es porque en ella algo estaba fallando. Si yo veo que ya no contribuyo a lograr la felicidad de otro con mi propia felicidad, ya no hay amor, y si lo hay, no es suficiente... Si veo que por más que lo intente, mis intereses ya no son los intereses de la otra persona, y aún así los sobrepongo, y estoy dispuesto/a a velar por ellos a como de lugar, es un acto de egoísmo tal, que, pese a que el amor en sí es egoísta, dejar de tener "el derecho" a llamarse amor... pues no se busca la felicidad del otro en la propia felicidad, sino que se actúa buscando la felicidad propia e intentando acomodarla y forzar al otro a que sea feliz con mi felicidad y no con la suya propia... un acto de egoísmo tal no tiene, para mí, el derecho a que se justifique con el amor... por que si realmente uno ama, deja ser... deja volar. Cuando uno realmente ama, busca la real felicidad para el otro, aunque ella no esté al lado de uno.

Cancion: Intoxicados - Nunca quise. Recomiento totalmente el grupo.

martes, 23 de junio de 2009

Lo que tengo, lo que pierdo.


Tengo un dolor de cabeza de hace semanas. Un catarro de semanas. Ideas difusas que no logro hilar. Melancolía por lo que hoy dejé libre. Muchas cosas que estudiar, y pocas ganas de ponerme a hacerlo. Unas manos frías y una espalda adolorida. Los labios partidos, los ojos un poco hinchados. Unas ojeras que cada vez son más grandes. Las horas de sueño cambiadas. Poca hambre. Ganas de hacer nada, de que me apapachen, me concientan, me regaloneen y demases.
Una gran amiga-prima-casihermana. Una prima a la que comienzo a extrañar. Una madre preocupona, un padre light, una hermana pequeña que quiere que sea su mamá. Un hermano extrañamente querible. Una hermana que más que mayor, parece menor a mí. Un abuelo al que siempre extraño. Una casa fría para ésta época de grandes heladas. Unas ganas de mejorar mis defectos. Un sobrino que conocer. Ganas de salir a la calle, mirar a la gente culiá y decir "¡gente culiá!". Ganas de taparle la boca a los pesimistas. Ganas de cambiar el mundo. Ganas de putear al mundo porque sí, porque quiero... decir " puta la weá weón, puta la weá!!" hasta cansarme y sin que nadie me pregunte porque lo digo. Ganas de acostarme y no levantarme en días. Ganas de trabajar. El deber de no extrañar. Las ganas de comenzar denuevo. Un mejor amigo que mirar como tal. Mirar hacia adelante con las ancias de tener lo que esperamos. Cosas que olvidar. Una vida que armar. Vivir el día a día, sin represiones ni grises. Un dulce sobre mi velador hace varios días. Unos patalones que coser. Una pieza que ordenar. Ropa sobre mi cama que ordenar.
Pierdo tiempo al escribir esto. Ganas de estudiar. Plata, y lo peor es que no sé en qué. La oportunidad de tener algo que esbosé en algún pasado no muy lejano. Apetito, y no sé porqué. La inocencia que tuve. Y... las ganas de seguir escribiendo aquí.

lunes, 22 de junio de 2009

Catrasca

No pocas veces a uno le dicen que de los errores se aprende. Sí, es verdad, comparto plenamente ese pensamiento. Pero creo, que uno tiene que limitarse a veces en los errores. Y yo sé, esta vez me excedí... y lo siento.
Cada vez que actúo, sea en lo que sea, trato de hacerlo lo mejor que puedo, pero en el último tiempo, por alguna extraña razón, no me sale. Últimamente soy una extraña mezcla entre yuyin y supertaldo, y todo lo que planeo termina volteándose en mi contra. Trato de buscar la mejor decisión, pero no me sale. Me sale todo alrevez. Me equivoco, tropiezo mil veces con la maldita misma piedra. Una y otra, y otra, y otra, y otra vez... me empeño por hacerlo lo mejor posible, pero no puedo; no sé porqué, pero no puedo. Es como si trata de conseguir lo que quiero, no lo que necesito, creyendo que lo hago justamente alrevez... El hecho es que me canso de tropezar tan seguido, me canso y no me siento con fuerzas para seguir. Nadie dijo que sería fácil hacerlo, pero tampoco que sería tan difícil.
No lo sé, no sé qué estoy haciendo mal. Sólo sé que lo siento, que no quiero volver a equivocarme. Sé que no quiero tener que verme ni sentirme nuevamente en el suelo. Necesito retrocer mi vida al punto en donde comencé a equivocarme, para poder darle solución.
Sé que no soy una persona perfecta, pero ¿quién lo es?. Sé que me equivoco frecuentemente, pero también se que de cada uno de esos errores puedo tomar algo que me ayude mañana a ser una mejor persona. Sé que no es fácil, que me tomará tiempo. Pero tiempo es el que me sobra; si te tengo a mi lado tiempo es el que me sobra.
Tal vez repararte no sea fácil. Tal vez reparar mi falta no sea fácil. Pero me consuela saber que no actué de mala fe... me equivoqué, lo sé, y lo siento. Me equivoqué en la forma y el contenido. Pero ya está lamentablemente hecho, y no podría ser peor... pero no puedo hacer más que disculparme, y tratar de repararte. Si no lo intento, nunca lo sabré. Tengo el valor de pararme y enfrentar mi error, tengo el valor y las ganas de remediarlo. Nadie dijo que sería fácil hacerlo, pero tampoco que sería tan difícil.
Luz que guía mi camino... trataré de repararte :)


viernes, 19 de junio de 2009

Como si fuera la primera vez.


El peda es tan grande que puedo perderme en él. Entre sus pastos, sus árboles, sus hojas, sus múltiples departamentos, los baños o los negocios. Hay tantos lugares secretos en él que nadie más que yo conoce, que estoy segura que puedo desenvolverme en él sin que me percibas; pero yo sí podría mirar cada uno de tus movimientos… El peda es tan grande que puedo desaparecer en él. Puedo camuflarme entre las hojas que cubren el suelo para observarte desde allí, para verte caminar distraído y sin prisa, con tu clásica mirada perdida en el horizonte y tu cuerpo tambaleantemente ligero. Puedo tomar la forma más inesperada para observarte desde el rincón más extraño del peda, sin que siquiera notes que estoy ahí… tal como desde hace mucho tiempo lo hago.




No es una copia, no es un plagio; simplemente me acordé de lo que intentabas transmitir en tu cuento, y lo acomodé para mí :).

domingo, 17 de mayo de 2009

Hasta pronto, Benedetti

Se nos fué. Pero sigue vivo. Cada poema suyo, cada plabra suya, lo revive.
Mis favoritos, aunque me sorpende con cada nuevo poema que leo:

- Hagamos un trato.

Compañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.

Si algunas veces
advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.

Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.

Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.

No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

- Rostro de vos.


Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.

Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.


- Si Dios fuera una mujer.


¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.



- Táctica y estrategia


Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos

no haya telón
ni abismos.

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

- No te salves.


No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca.
No te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.
Pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas,
entonces,
no te quedes conmigo.

- Digamos.

1.
Ayer fue yesterday
para buenos colonos
mas por fortuna nuestro
mañana no es tomorrow

2.
Tengo un mañana que es mio
y un mañana que es de todos
el mío acaba mañana
pero sobrevive el otro.

- Contraofensiva

Si a uno
le dan
palos de ciego
la única
respuesta eficaz
es dar
palos
de vidente

domingo, 15 de febrero de 2009

A ganador


Éste último año de vida me puso a prueba fuertemente. Pero no logró vencerme. Terminé con mis rodillas llenas de heridas a causa de las constantes caidas, pero eso no impidió que mis ganas de estar mejor se agotaran.
Perdí muchas cosas en el camino, pero gané muchísimas más.
Me probé a mi misma ser capaz de lo que me proponga. Sé que soy fuerte. Sé que valgo más que cualquier cosa, y no eso es jactarme de ser lo mejor. Pero desde ahora, yo soy para mí, lo más importante.
Qué importa cuánto gané, o cuánto perdí, si al final tengo el tesoro más apresiado: tranquilidad.
Los que realmente me quieran, estarán conmigo, como me lo dijieron y demostraron. Y eso también es una ganancia tremenda.


=)