domingo, 12 de junio de 2011

Como dice el viejo refrán.



Pienso que una de las frases más ciertas que he escuchado en mi vida es que uno Nunca termina de conocer a la gente. Y no es que antes no haya creído que así sea, pero creo que nunca la entendí tan bien como ahora. Y es que muchas veces uno pasa años con personas que crees que conoces bien pero te das cuenta al final de que hay tantas cosas de esas personas que no conoces aún... hasta que, generalmente en un mal momento, salen a la luz, y paf! empiezas a darte cuenta de que lo conocido es solo una parte, y que queda otra igual o más grande aún por explorar. Y a veces duele darse cuenta, porque esa desconocida parte se contrapone a lo que conoces, y por tanto, te demuestra que las cosas nuevamente no son como parecen ser, y que las personas no se muestran nunca en su totalidad. No sé si haya decepción cuando conoces algo de alguien que antes era desconocido, pero creo que sí causa incertidumbre. Descoloca el hecho de que no se reaccione como se está acostumbrado, no se diga ni se haga lo de siempre, y menos que las relaciones mantegan el curso que crees que es natural. Las cosas cambian, las situaciones cambian, la gente cambia. O tal vez es sólo las personas son las que NO cambian, sino que se moldean a las situaciones y/o cosas que cambiaron, mostrándote esta nueva y desconocida parte. Como sea, claramente uno nunca termina de conocer a la gente, porque hay situaciones que te pueden llevar al límite, y las reacciones en tal situaciones varían de tal manera que se llega a ver cosas que tal vez nunca imaginaste, o peor aún, no ver nada. Ni un gesto, ni una palabra, ni un saludo, nada de nada. Nada que demuestre que hay algo, por más mínimo que sea. Esas reacciones son, a mi parecer, las que afloran en los peores momentos, y claramente son las peores, porque por muy malo que sea, uno siempre espera un tipo de reacción, aunque sea por consecuencia, pero cuando ésta no llega nunca, ni siquiera por tratar de ser consecuente, es cuando paras, analizas y piensas que las cosas, las situaciones y personas en particular siempre pueden sorprenderte, a veces muy ingratamente. Más aún cuando te sorprendes por esa nada que confirma la "existencia de lo inexistente", aunque suene poético al peo y un poco cliché.


2 comentarios:

Ale dijo...

Tienes razón, uno nunca termina de conocer a las personas, y yo creo que es porque estamos en constante evolución y la verdad cada uno tampoco se llega a conocer completamente, es un aprendizaje laaargooo, y claramente eso hace que los demás también no te conozcan del todo. Igual sería medio aburrido conocer demasiado a las personas, es bueno que te sorprendan, pero claro, que lo hagan gratamente, cuando es algo que te desilusiona y te causa tristeza es penca, y ahí uno queda como "que volah" jajaja.- Yo creo que me entiendes, ya mierdis agrégame a tus favoritos mala 88.

Te quieri :)

Rosenrot ●๋: dijo...

Jajajaa, mi Alecita, siempre me entiende :) ahora serás mi favorita también!! Te re queri !